martes, 5 de noviembre de 2013

Mira, está en oración


2 comentarios:

  1. Cuando caminamos por las calles, ¿cuáles son nuestros pensamientos? ¿Estamos pendiente de Dios mediante nuestras oraciones y jaculatorias?

    En muchas calles tenemos una iglesia en la que podemos entrar si está abierta, para la oración humilde, contemplativa. Debemos aprender a orar con el corazón. Debemos ser lenguas de oración, incluso con nuestras obras con el fin de complacer a Dios.

    Vete a la calle, el Señor conoce muy bien a las almas orantes. Estas almas que no cesan de orar con pureza de corazón, se hacen muy familiar a Dios, que les conoce bien.

    De tal forma hemos de orar, que no lo note la gente, sino Dios, sólo Dios, aunque oramos por los hermanos, no oramos a los hermanos sino a Dios, que nos escucha atentamente, siempre que hemos aceptado su Voluntad. Oramos por todo el mundo, y también nos hacemos un bien a nosotros. La oración constante es un arma tan poderosa, que puede detener disturbios y violencias. La oración constante, hace que una guerra se disipe, y se convierta en un lugar pacifico.

    En los territorios donde no se ora en espíritu y verdad, hay muchas injusticias.

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    1. ¡Muy buen post José Luís y muy buena enseñanza! Me ha gustado mucho tu ocurrencia de poner la leyenda en el lateral del edificio :) Un abrazo y bendiciones

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